EL CUIDADO DEL SUELO DEL OLIVAR

El suelo del olivar no es solamente un medio físico que utilizan las plantas como soporte, es un recurso natural no renovable y eje fundamental en el equilibrio de todos los ecosistemas. De él depende la vida de nuestro planeta y su rápida degradación compromete su capacidad para satisfacer las necesidades y el bienestar de las generaciones futuras. La contaminación de origen agrícola y ganadera debido a actividades no sostenibles junto con el abandono de actividades agropecuarias tradicionales deteriora el paisaje y la capacidad productiva de nuestros suelos.

Además, el cambio de los patrones climáticos está generando el aumento en frecuencia e intensidad de fenómenos adversos que dificultan la adaptación de los cultivos y es por ello que adaptar un modelo resiliente a los sistemas de producción agrícola que reduzcan el riesgo productivo y la incertidumbre empresarial es ya una necesidad.

Uno de los problemas más difíciles de afrontar que nos encontramos en nuestros Olivares de PONS es la pérdida de suelo por erosión que, junto con los periodos cada vez más prolongados de sequía y la intensificación de las precipitaciones, hacen que la implantación de sistemas de manejo que protejan nuestras plantaciones sea fundamental. La mayoría de estás medidas corresponden con favorecer o no interrumpir los procesos naturales que suceden en las plantaciones de PONS.

A pesar de que tradicionalmente los suelos se han mantenido desnudos mediante procesos de labranza, en Pons mantenemos todas nuestras fincas con cubiertas vegetales propias del olivar o mediante la siembra de diferentes especies. Esto en PONS nos aporta estructura al suelo aumentando la capacidad de retención de agua para afrontar los periodos de sequía de manera más eficiente y proteger nuestros suelos de la erosión debido a la escorrentía. Además, el hecho de que nuestros olivares descansen sobre una cubierta de vegetación diversa mejora los aspectos nutricionales del suelo y nos ayuda a reducir las aportaciones de enmiendas orgánicas. Cabe recalcar la importancia de dejar los restos de poda en el terreno para mantener la fertilidad y mejorar la infiltración del agua.

Los cuidados de las cubiertas se basan mayoritariamente en dos aspectos generales: evitar que la vegetación compita con el olivar por los recursos del suelo mediante el uso procesos mecánicos y seleccionando las especies de interés que queremos mantener en las calles del cultivo con siegas selectivas.

La importancia del momento de cada siega es fundamental para favorecer la multiplicación de unas especies sobre otras para conseguir unas cubiertas de alto interés agronómico y que requieran un bajo mantenimiento. Este sistema de cultivo requiere un aprendizaje constante y un gran conocimiento sobre el territorio donde desarrollamos nuestra actividad.

Todos estás buenas prácticas agrarias de PONS carecen de sentido si la producción agraria no está basada en una agricultura ecológica que respete la biodiversidad del entorno. El propio ecosistema que mantenemos en nuestros olivares nos ayuda a convivir con plagas y enfermedades que en otras zonas tienen que ser tratadas de forma convencional. La alta población de enemigos naturales o fauna auxiliar de nuestros campos son nuestra mejor herramienta para conseguir una aceituna sana y sin residuos químicos que comprometan la calidad de los aceites de oliva de PONS.

Xabier Gainzarain, Director Agrario de PONS

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