En la agricultura, cada cambio de ciclo nos invita a ilusionarnos y a tener bien presente que estamos trabajando con plantas que evolucionan de manera distinta y manifiestan su estado en cada momento. Este fenómeno es especialmente evidente en los viñedos de Clos Pons, donde la transición del envero se convierte en un espectáculo visual y vitícola único
El envero es una de estas transiciones de ciclos donde las modificaciones hormonales y fisiológicas se hacen muy visibles. Produce el cambio de color y composición en los granos de uva: aumenta la concentración de azúcares a medida que disminuye la concentración de ácidos, y comienza la acumulación de antocianos y taninos, componentes esenciales para la calidad de nuestros vinos. Este fenómeno natural, fundamental para la maduración de la uva, marca el inicio de la maduración y se convierte todos los años en un auténtico espectáculo en los viñedos de Clos Pons.
Dependiendo del tiempo y la homogeneidad del envero, podemos sacar alguna conclusión de cómo llegó la planta a este momento crucial y su potencial cualitativo. Con el envero consumado, podemos predecir el momento de la cosecha con más exactitud.
En conclusión, el envero marca el inicio de la maduración de la uva, un proceso que culmina en la alegría renovada de la vendimia. Es un recordatorio de que cada ciclo trae consigo la promesa de una nueva cosecha y la esperanza de un vino excepcional. En Clos Pons, el envero no solo marca el inicio de la maduración de las uvas, sino que también celebra la conexión entre la tierra, el clima y la pasión vitícola de la bodega CLOS PONS.