Sensaciones del territorio Clos Pons

“Tast Clandesti” por Llúcia Castaño  fue un paso más. Un paso más para encontrar el Turismo universal. 

La experiencia consta con 5 paradas a lugares de la finca que nos aportan uno de los 5 sentidos que tenemos los humanos. 

Así que empezamos el primer encuentro en las puertas de la bodega, donde donamos el kit ( porta copas, copa, servilleta, antifaz y sombrero) para el funcionamiento de la experiencia. 

Empezamos a andar y nos encontramos el primer punto la vista donde podemos observar la belleza de la finca, en su mirador de la bodega y podemos observar las terrazas de viñas y al fondo la bodega restaurada conservando el carácter auténtico de la tierras de las garrigas la piedra, catamos una copa de Jan Rose con una tostada de sardina ahumada con el aliño del aceite  por el chef de la Bodega, Victor. 

Caminamos entre la finca entre viñas y olivos para el segundo punto, el olfato, plantación de azafrán, allí podemos conocer más sobre el cultivo de la planta del azafrán donde catamos el vino blanco inusual que tienen por su coupage de garnacha blanca y albariño maridado con tartar de salmón con una mayonesa de azafrán condimentado con sus aceites de oliva JaniRoc “Lecciana” y JaniRoc “Jardí Varietal”. 

Punto 3 mas Pons, donde el tacto se hizo con nosotros, al pode tocar los muros de piedra que rodean la finca, la casa de piedra y lo maridamos con el vino Algés, el vino mítico de la bodega donde tiene es tacto en boca de la piedra por la garnacha, syrah y el tempranillo, lo maridamos con un cordero a baja temperatura y con el aceite extra virgen.

Por fin pasamos a la parte del oido, vi que el grupo se llevaba muy bien y estaban dispuestos a todo, así que con el antifaz del kit los tapamos los ojos y haciendo el trenecito llegamos sobre 10 metros a el lugar mágico que desprende la finca y l lugar, el lugar más estable de la finca, a la cueva. Una cueva que al entrar la temperatura, la humedad , y la sensación de frescura cambiar muchos esquemas,

 así que catamos El Pla del Tet, un monovarietal de Syrah, al tener una exclusividad y al hacer pocas botellas de esta gama de vinos, maridaje con quesos de la zona y aceite de variedad Koroneiki (Grecia).

Finalizamos la última parada mientras nos acompañaba la puesta de sol a la bodega Clos Pons, donde los relámpagos nos daban luz como fuegos artificiales, con una copa de cava Flocs rosado  maridado con una coca de san Juan y aceite emulsionado de mandarina. 

Un final de sensaciones y emociones al poder conocer todos los productos de la bodega pasando por los 5 sentidos.

Una tarde mágica, gracias a todo el equipo Clos Pons por su amabilidad y de poder realizar esta experiencia de sensaciones del territorio.

Llúcia Castaño, Sommelier

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