•El equipo Pons Rallysport completa la segunda parte de la crono 48h, en las dunas del Empty Quarter, tras 15 horas y 49 minutos acumulados en la especial.
•El Can-Am Maverick X3 de Pons y Jaume Betriu funciona sin problemas, tras la avería de la víspera, y el equipo ilerdense tiene por fin su primer día limpio.
“El tiempo es lo de menos, después de 7 horas parados en el desierto, pero la satisfacción personal de haber superado una situación tan complicada es impagable. ¡Seguimos!”.
Eduard Pons y Jaume Betriu siguen en carrera tras una sexta etapa que pronto se puso muy cuesta arriba. El pundonor, la fuerza, el no rendirse nunca e intentar seguir adelante a pesar de los pesares han tenido premio para el equipo Pons Rallysport. Los ilerdenses han superado este viernes la crono de 48 horas, la temida etapa reina del Dakar. Su Can-Am Maverick X3 les dejó en la estacada el jueves, pero hoy ha funcionado sin problemas y les ha permitido llegar a la meta de Shubaytah.
La experiencia del equipo ilerdense en estos dos días en el inhóspito desierto del Empty Quarter (lugar vacío) ha sido “increíble”, según califica Eduard Pons sin dudarlo. Las 15 horas y 49 minutos que ha empleado el equipo para completar los 547 kilómetros cronometrados ilustra muy a las claras la odisea vivida. De este tiempo, unas 7 horas es lo que estuvieron parados intentando reparar el Can-Am Maverick X3; el resto, 8 horas y 45 minutos, ha sido pilotaje y navegación non-stop entre las dunas.
“Hoy teníamos por delante casi 400 kilómetros de puro desierto al límite. Jaume ha hecho un trabajo brutal con la navegación. Estoy aprendiendo mucho en las dunas gracias a su experiencia en desierto abierto. Ha sido nuestro primer día limpio”, asevera Pons.
“El tiempo es lo de menos, después de 7 horas parados en el desierto, pero la satisfacción personal de haber superado una situación tan complicada y todo lo que hemos pasado es impagable. ¡Seguimos!”, añade el piloto de Lleida.
Después de los problemas técnicos de la víspera, hoy el coche ha arrancado con normalidad y ha funcionado bien. Eduard Pons amplía los detalles acerca del problema sufrido en la primera parte de la crono de 48 horas: “En el kilómetro 101, el coche se paró. Era un problema eléctrico en el turbo, estuvimos 7 horas reparando. Jaume hizo un trabajo magnífico, lo cambiamos todo y lo verificamos todo. Entonces, sorpresivamente, volvió a funcionar, pero al cabo de 12 kilómetros, vuelta a empezar. Se reprodujo el problema”.
Por fortuna, cuando ya se preparaban para pasar la noche al raso en el desierto, de repente el coche funcionó de nuevo. “Conseguimos llegar al campamento ‘A’, de noche. Fue brutal pilotar a oscuras en pleno desierto; mejor no haber visto por dónde pasábamos. Con la tienda y los sacos de dormir, pudimos descansar 6 horas, hasta que, esta mañana, el coche decidió arrancar bien. El fantasma que nos ha perseguido desde el comienzo del Dakar tenía un buen día”, suelta Pons con sorna.
La lectura positiva de esta auténtica odisea dakariana es que el equipo Pons Rallysport ha completado todas las etapas y defiende a capa y espada una plaza en la clasificación general de la categoría SSV. “Esto es el Dakar; muy retrasados, pero seguimos en carrera”, afirma Pons. El Can-Am Maverick X3 número 407 ocupa ahora la 16ª posición absoluta, aunque lejos del Top 10 que ostentaba hasta llegar al Empty Quarter (el equipo era 9º después de la quinta etapa).
Otro punto a favor es que este sábado es la jornada de descanso en Riad, lo que permitirá que el equipo Pons Rallysport reponga fuerzas para afrontar la segunda semana de carrera, con otras seis etapas previstas. La prueba se reanudará el domingo desde la capital saudí.