El desbrote es una técnica fundamental en la viticultura, esencial para conseguir vinos de la mejor calidad.
Esta práctica manual se realiza al inicio del ciclo vegetativo de la vid. Su objetivo es reducir ligeramente la carga productiva para potenciar la concentración y la expresividad del fruto, asegurando así una materia prima excelente para la elaboración de vinos de gran calidad.
¿Por qué el desbrote es esencial para la calidad del vino?
-
Optimización de los recursos de la planta: Al eliminar los brotes innecesarios, la cepa puede concentrar su energía en aquellos brotes más productivos que darán lugar a los racimos. Esto garantiza una mayor concentración de sabores, más complejidad y una mejor calidad global del vino.
-
Mejora de las condiciones para la maduración: El desbrote favorece una mejor circulación del aire y una mayor exposición al sol de las cepas, dos factores clave para una maduración uniforme de la uva. Esto permite alcanzar un equilibrio perfecto para la producción de vinos.
-
Reducción de enfermedades: El desbrote ayuda a mantener los viñedos sanos, mejorando la calidad de la uva y previniendo posibles contaminaciones.
-
Mantenimiento de la producción planificada: Este proceso también optimiza los resultados obtenidos con la poda de invierno, asegurando que el desarrollo de la vid siga la dirección deseada para obtener una producción más controlada y equilibrada.
Un proceso manual para garantizar vinos de calidad
Su impacto en la concentración, maduración y salud de la planta se traduce directamente en vinos de mayor complejidad y excelencia. En Clos Pons utilizamos esta técnica con el objetivo de garantizar que, cada año, nuestros vinos reflejen la máxima calidad y el carácter de nuestro terruño.